Mitos y realidades sobre el pharming: 7 verdades que deberías saber

Mitos y realidades sobre el pharming: 7 verdades que deberías saber


El pharming es una de esas amenazas silenciosas que muchos no conocen a fondo. Si bien se escucha hablar mucho de phishing, el pharming sigue envuelto en un halo de confusión, medias verdades y errores de concepto. Hoy, en este post de #Sandavnews, vamos a derribar juntos los principales mitos y realidades sobre el pharming para que puedas navegar con mayor seguridad.


¿Qué es el pharming?

El pharming es una técnica de ataque informático que redirige al usuario a sitios web fraudulentos sin su conocimiento, incluso si introduce la dirección correcta en su navegador. A diferencia del phishing —que suele requerir de un engaño activo, como un correo falso—, el pharming manipula el sistema DNS (Domain Name System) o infecta el dispositivo de la víctima, alterando la resolución de nombres de dominio. El usuario, convencido de estar en un sitio legítimo, introduce sus datos sensibles que son robados por los ciberdelincuentes.


Mito: El pharming y el phishing son lo mismo

Uno de los mitos más extendidos es pensar que el pharming y el phishing son sinónimos. Aunque ambos buscan obtener información sensible, su modus operandi es distinto:


Característica
Phishing
Pharming
Técnica principal
Ingeniería social (correos, SMS, llamadas)
Manipulación técnica de DNS o equipos
Interacción del usuario
Activa (clic en enlaces)
Pasiva (redirección automática)
Detección
Más sencilla para usuarios atentos
Más difícil de detectar

En resumen: todos los pharming son ataques de suplantación, pero no todos los ataques de suplantación son pharming.




Mito: Solo afecta a grandes empresas

Nada más lejos de la realidad. Si bien las grandes corporaciones son objetivos jugosos, los usuarios particulares y las pequeñas empresas no están exentos de riesgos. De hecho, los ciberdelincuentes aprovechan las vulnerabilidades de routers domésticos, redes WiFi abiertas o configuraciones incorrectas de DNS para infectar cualquier dispositivo conectado a internet.



Mito: Los antivirus siempre lo detectan

Aunque los antivirus son herramientas fundamentales, no son infalibles contra el pharming. Esto se debe a que muchas veces el ataque se produce a nivel de router o DNS, áreas que los antivirus no supervisan directamente. Además, algunos ataques de pharming ni siquiera instalan malware en el dispositivo, por lo que no generan alertas tradicionales.

Por tanto, la seguridad debe ser integral: actualización de firmware, routers protegidos, contraseñas robustas y monitorización del tráfico DNS.




Mito: Si escribo bien la URL, estoy a salvo


Este es uno de los mitos más peligrosos. El pharming redirige al usuario aun cuando introduce correctamente la dirección del sitio web. Aunque escribas “www.mi-banco.com” de forma correcta, podrías acabar en un clon fraudulento si tu sistema DNS ha sido alterado o si tu router ha sido comprometido.

Para protegerse, es recomendable:

• Verificar los certificados SSL (candado verde en la barra de navegación).
• Usar DNS seguros (por ejemplo, DNS de Google, Cloudflare o OpenDNS).
• Activar la verificación de dos pasos en servicios sensibles.



Mito: Solo afecta a ordenadores de escritorio

Hoy en día, los ataques de pharming afectan a cualquier dispositivo conectado: smartphones, tablets, smart TVs, incluso dispositivos IoT (Internet of Things). De hecho, los routers caseros mal configurados se han convertido en uno de los vectores de ataque más comunes.

Por tanto, revisar la seguridad de todos los dispositivos de red es clave para minimizar el riesgo de pharming.



Mito: Los navegadores modernos bloquean todos los intentos de pharming

Aunque los navegadores actuales incorporan filtros de seguridad y listas negras, no siempre son capaces de detectar páginas falsas si el pharming ha alterado el DNS a nivel de red. Por eso es vital complementar la protección del navegador con herramientas de monitorización de DNS, VPNs de confianza y servicios de seguridad en la nube.



Mito: El pharming está en desuso


Lejos de desaparecer, el pharming sigue muy vigente. Aunque ha evolucionado y es menos frecuente que el phishing masivo, sigue siendo una herramienta muy sofisticada en manos de ciberdelincuentes avanzados, especialmente cuando buscan obtener datos bancarios o de empresas.

Las técnicas modernas de pharming incluyen:

• Ataques a servidores DNS públicos.
• Infecciones de firmware de routers.
• Suplantación ARP (Address Resolution Protocol) en redes locales.
• Manipulación de proxies y certificados falsos.



¿Cómo protegerse realmente del pharming?


Estas son algunas medidas recomendadas:

• Mantener actualizados todos los dispositivos de red.
• Cambiar contraseñas por defecto de routers y dispositivos IoT.
• Activar servicios de DNS seguros y privados.
• Utilizar firewalls y sistemas IDS/IPS en redes corporativas.
• Educar a empleados y usuarios sobre los riesgos del pharming.
• Supervisar cualquier comportamiento anómalo en las conexiones.


La información es la mejor vacuna contra el pharming

El pharming es una amenaza real, sofisticada y en constante evolución. Derribar los mitos permite tomar conciencia y adoptar medidas efectivas de prevención. Desde #Sandavnews insistimos: la mejor defensa siempre será una combinación de tecnología, conocimiento y hábitos de seguridad.



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