Las 10 reglas del Ikigai: nuestra razón de ser

Las 10 reglas del Ikigai: nuestra razón de ser


El Ikigai es un término japonés que no tiene una traducción directa al español, pero se refiere a la "razón de ser" o aquello que nos hace levantarnos cada mañana con entusiasmo. Encontrar tu Ikigai significa descubrir lo que realmente amas, lo que el mundo necesita de ti, lo por lo que te pagan y lo que eres bueno haciendo.

Tu pasión residirá en la convergencia donde tus talentos y pasiones se encuentran con lo que el mundo requiere y con lo que puedes ganarte la vida. Si omites alguno de estos elementos, entonces Ikigai no funcionará para ti.

Al perderse incluso un solo elemento, no podrá utilizar todo el potencial de su vida. Encontrar el equilibrio adecuado de los cuatro aspectos te permitirá descubrir tu Ikigai y te ayudará a experimentar felicidad y plenitud

Ikigai se refiere a la razón por la que comenzamos un nuevo día, la razón por la que nos levantamos y la razón por la que vivimos. Nos dice que la verdadera felicidad en la vida no proviene de ganar dinero o de conseguir un puesto elegante en el trabajo.

Proviene de hacer lo que amas y ayudar a los demás. Según este concepto japonés de autodesarrollo, todos tenemos un Ikigai, y descubrirlo hará que nuestras vidas tengan sentido y significado.

Sin embargo, encontrarlo puede ser más desafiante de lo que imagina, ya que requerirá que domine lo que ama hacer y busque el desarrollo personal continuamente.


Los 4 elementos del Ikigai según un estudio de 2006, el fenómeno se describe como un concepto integral de bienestar subjetivo en la sociedad japonesa. El concepto japonés Ikigai incluye la convergencia de 4 elementos principales:

#1 Lo que te encanta hacer (tu pasión)

¿Cuáles son las cosas que te gusta hacer? Pueden ser tus aficiones o algo que te apasione.

Podría ser cualquier cosa, desde hacer música, bailar, pintar, nadar hasta cocinar o hacer jardinería.

Intenta comprender qué cosas te encanta hacer. Estas cosas pueden actuar como motivadores y ayudarle a elegir qué carrera podría ser la mejor para usted.




#2 En qué eres bueno (tu vocación)

Saber lo que te encanta hacer y saber en qué eres bueno son dos cosas muy diferentes. Puede que no te guste tu trabajo actual, pero puede que seas muy bueno en él.

Puede que me guste pintar, pero es posible que mis cuadros no valgan ni un centavo. Puede que te apasione una cosa pero que tengas habilidades y talento en otra.

Sin embargo, ese no es necesariamente el caso todo el tiempo. Para saber en qué eres bueno y qué habilidades necesitas mejorar, debes mirar más profundamente a tu interior y ser honesto contigo mismo.



#3 Lo que el mundo necesita (tu misión)


Para que puedas cocinar una comida sabrosa con cualquier cosa. Genial. Pero a menos que compartas tus habilidades y talentos con el mundo, a menos que estés haciendo algo de valor y a menos que estés brindando lo que el mundo necesita, no podrás convertir tus habilidades y pasiones en un propósito de vida.

Si eres un buen cocinero, entonces alimenta a los hambrientos. Puede conseguir su propio camión de comida o trabajar en un local de comida local, así como ser voluntario en comedores comunitarios.

Cuando retribuyes a las personas y a tu comunidad, encontrarás un propósito más grande en la vida. Servir a los demás nos da un sentido de pertenencia y perder este elemento puede hacerte sentir aislado y solo.



#4 Por qué te pueden pagar (tu profesión)

Que te paguen por lo que vales no es una tarea fácil de lograr a pesar de lo que otros puedan hacerte creer. Hacer un trabajo para sustentar tu vida y ganar dinero siguiendo tu pasión y habilidades mientras sirves al mundo son cosas completamente diferentes.

Depende de tu confianza y autoestima. Por eso es uno de los elementos más esenciales del Ikigai.

Hasta que le paguen por sus talentos y su contribución a su comunidad, no tiene sentido. ¿Está ahí?

Así como necesitas concentrarte en los otros 3 elementos, también debes concentrarte en tu propia supervivencia y sustento para que Ikigai funcione para ti.


Cada uno de estos elementos debe cruzarse y trabajar en congruencia para ayudarte a encontrar el propósito de tu vida.


¿Pero alguna vez te has preguntado cómo algunas personas encuentran un profundo sentido de propósito en sus vidas, viviendo cada día con pasión y alegría?

A través de sus 10 reglas fundamentales, el Ikigai ofrece pistas sobre cómo podemos transformar nuestra vida, encontrando equilibrio, felicidad y satisfacción en lo que hacemos. A continuación, te presento un resumen de estas 10 reglas vitales del Ikigai que podrían cambiar tu perspectiva de vida.

1. Encuentra lo que amas:

La búsqueda del Ikigai comienza con la exploración de tus pasiones y lo que genuinamente disfrutas hacer.


2. Haz lo que el mundo necesita:

Considera cómo tus pasiones pueden servir a los demás, aportando valor a la sociedad.


3. Dedícate a lo que puedes ser recompensado:

Busca la intersección entre tus pasiones y una profesión o actividad que pueda sostenerte económicamente.


4. Perfecciona lo que eres bueno haciendo:

Reconoce tus habilidades y talentos y esfuérzate por mejorar en áreas donde ya destacas.


5. Está presente:

El Ikigai enfatiza la importancia de vivir en el momento presente, disfrutando y apreciando cada experiencia.


6. Rodeate de lo que te hace feliz:

Cultiva relaciones y entornos que te inspiren y te llenen de energía positiva.


7. Sé resiliente:

Aprende a enfrentar los desafíos con fortaleza, viéndolos como oportunidades para crecer y aprender.


8. Agradece:

La gratitud es central en el Ikigai; aprecia lo que tienes y las personas que te rodean.


9. Rompe con la rutina:

Busca constantemente nuevas experiencias y desafíos que te hagan salir de tu zona de confort.



10. Busca la armonía y la sostenibilidad:

Encuentra un equilibrio en tu vida que te permita mantener tu Ikigai a largo plazo, sin sacrificar tu bienestar.



Adoptar las 10 reglas del Ikigai no solo puede transformar tu vida, dándote un renovado sentido de propósito y dirección, sino que también te enseña a valorar las pequeñas alegrías y a vivir de manera más plena y consciente. Al integrar estas prácticas en tu vida diaria, podrás descubrir tu verdadero Ikigai, esa razón de ser que te impulsa a levantarte cada mañana con entusiasmo y gratitud.



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