6 Ideas para cambiar si quieres ser más productivo

6 Ideas para cambiar si quieres ser más productivo


El mejoramiento de la productividad personal, especialmente entre los españoles, sigue siendo un desafío sin resolver en nuestra sociedad. Es indispensable implementar estrategias y realizar modificaciones que conduzcan a una mayor efectividad en el trabajo, sin exigir a nuestros profesionales que dediquen más horas. De esta forma, lograremos potenciar la eficacia tanto de las personas como de nuestras empresas.

Debido a que nadie posee más tiempo que el otro individuo, es necesario hacer uso de los recursos dados de la forma más óptima para mejorar la eficiencia del equipo. El enfoque debe ser trabajar de manera más inteligente, en lugar de más arduamente ¿Estás de acuerdo?

Es fundamental que nos actualicemos en nuestra forma de trabajo de manera inmediata. Resulta imperativo establecer metas que promuevan una mayor productividad y eficiencia, lo cual generará ventajas tanto para la empresa como para sus empleados. Además, esto indiscutiblemente resultará en una mejora notable en la calidad del trabajo realizado, obtención de mejores resultados, creación de un ambiente laboral más positivo, reducción del estrés, mayor tiempo libre y una lista interminable de ventajas adicionales.

“Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”. Alexei Tolstoi

Para evitar entonces perder el tiempo y sufrir sus consecuencias, veamos algunas ideas:

1. Es esencial considerar una organización más eficiente de los horarios laborales.

En nuestro país, a veces parece que vivimos en diferentes zonas horarias, dependiendo del sector con el que estemos tratando. Para aprovechar mejor el tiempo, especialmente el tiempo libre, se requiere una reestructuración de nuestro horario que ponga un mayor énfasis en su valor. Sería beneficioso comenzar a trabajar más temprano para poder disfrutar de un mayor período del resto del día. Al reducir los tiempos destinados al almuerzo, podríamos salir antes de nuestras obligaciones.

2.Estimular la motivación y creatividad de los empleados.

Incentivar, ofrecer apoyo y estimular para que desarrollen su habilidad y manifiesten sus propias ideas, fomentando la libertad de creatividad. Los logros obtenidos en una empresa u organización son el resultado de las acciones llevadas a cabo por las personas que forman parte de ella. Por lo tanto, es esencial fortalecer cualquier método que promueva el aumento de la motivación y la iniciativa en nuestros empleados.

Es evidente que la productividad experimenta un incremento al otorgarles una mayor autonomía y carga de responsabilidad.

3. Habilidad para integrar y adaptarse a las transformaciones.

Nuestro entorno laboral y nuestras obligaciones están en constante transformación. Lo que hace solo unas horas parecía un imprevisto imperativo, pierde esa urgencia tan rápidamente como había surgido. De igual forma, las demandas tanto de la compañía como del mercado se modifican al mismo ritmo acelerado.

A fin de que los empleados mantengan siempre una orientación clara sobre hacia dónde deben enfocar sus esfuerzos y acciones, es fundamental que se les proporcionen directrices precisas para guiarlos en la toma de decisiones. Es imprescindible que cada trabajador tenga un conocimiento claro de lo que se espera de él, si no queremos que realice su trabajo sin dirección y en medio del desorden que puede caracterizar cualquier día laboral.

4. Protegernos del e-mail, del móvil y cualquier otra cosa que nos cause distracción durante la jornada laboral.

De cara a garantizar una ejecución óptima de nuestras tareas, es imprescindible evitar caer en el engañoso veneno de las distracciones. Estas no hacen más que fragmentar nuestro trabajo, disminuyendo nuestra eficacia y productividad. Una adecuada gestión de las distracciones e interrupciones mediante la implementación de medidas preventivas, o mediante acciones que nos brinden la posibilidad de apartarlas, aunque sea momentáneamente, de nuestro campo de visión, nos permitirá culminar exitosamente nuestras tareas.

Asimismo, debemos tomar medidas para resguardarnos de las incesantes interrupciones y distracciones que principalmente son causadas por los correos electrónicos y los teléfonos móviles. Es crucial acostumbrarnos a establecer momentos específicos del día para trabajar con el correo cerrado, permitiéndonos enfocarnos plenamente en nuestras responsabilidades de manera decidida. Revisar constantemente si hemos recibido nuevas notificaciones solo contribuye a distraernos y generarnos estrés.

5.Finalizar todos los trabajos empezados.

Para optimizar nuestra eficacia laboral, es esencial dedicar nuestra atención de manera individualizada a cada tarea. La práctica de realizar múltiples actividades simultáneamente o abordar una nueva antes de finalizar la anterior resulta altamente contraproducente para nuestra productividad.

Es esencial fomentar y consolidar en todas las estructuras organizativas la incorporación de la rutina de iniciar, ejecutar y finalizar tareas.

6. Organizar mejor la jornada.

Por lo general, comenzamos el día de trabajo con mal pie. La falta de claridad en nuestras ideas y tener demasiadas cosas pendientes pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas sobre nuestra próxima tarea. Es importante reconocer que cada tarea tiene su propia importancia y requerirá diferentes niveles de esfuerzo, tanto físico como mental, de nuestra parte.

Es esencial comprender nuestro reloj interno con el propósito de optimizar los momentos más propicios para abordar las tareas más desafiantes, fundamentales y exigentes. Ignorar esta información y realizar actividades en momentos inoportunos nos arrastra hacia el sendero de lo conveniente en lugar de alcanzar resultados significativos.

La tarea de adaptarse a la transformación es todo menos simple, sobre todo cuando debemos enfrentarnos a la resistencia arraigada en numerosas entidades que se aferran al estancamiento organizativo. Además, desafiamos las ideas arraigadas en nuestra propia experiencia, las cuales son incentivadas por esta misma rigidez. Sumado a todo esto, también nos toca lidiar con nuestros hábitos personales, lo cual añade un obstáculo extra a este proceso de cambio que ya de por sí es exigente.

Si permitimos que la rutina diaria nos arrastre sin reflexionar sobre las situaciones que nos suceden, nos resultará complicado cambiar nuestra conducta. Después de una cuidadosa reflexión, establezcamos metas de cambio, pero asegurémonos de que sean realistas y alcanzables. No busquemos cambios instantáneos a corto plazo. Recordemos que cualquier mejora requiere tiempo y adaptación, y eso implica un esfuerzo significativo.

Esperamos que desde Sandav que hayamos ayudado a ser un «poquito más productivo»

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